Después de que Oscar Wilde fuera encarcelado por “ultraje contra la moral pública” su esposa cambió su apellido y el de sus hijos por el de Holland. El segundo de ellos, Vivyan Holland, un bon vivant de diferente registro al de su progenitor, organizaba en la década de los cuarenta degustaciones de sardinas con más de 10 años de envasado: sardinas milesimadas.
Y es que como los grandes vinos, las buenas sardinas ganan con el tiempo. Su grasa y la del aceite de oliva se integran ganando en melosidad. En Francia e Italia existe una auténtica devoción por este manjar vintage.
Las sardinas Millésimés de la conservera portuguesa La Gondola son las primeras en el mercado español que señalan su vejez. Se comercializan tres años después de su envasado. Ahora tenemos a la venta las de la campaña de 2015. Su precio, 3,30 €.